miércoles, 9 de marzo de 2011

La mirada del hombre y la mirada de Dios parte 1

Texto: 1 Samuel 16

Hoy hablaremos acerca de las dos miradas con las que podemos mirar nuestra vida. Las cuales con muy diferentes y producen también resultados distintos. 
En el versículo 7 vemos el contraste entre lo que veía el profeta en lo que debería ser el nuevo rey y lo que miraba Dios. Él no mira lo que ven los ojos del hombre sino lo que está en el corazón.

El primer hijo de Elí que aparece en escena, es Eliab, quien seguramente tendría un muy buen porte, una presencia impactante. Humanamente, Samuel al verlo creyó estar viendo al ungido de Dios, lo cual era erróneo, pues Dios, lejos de sorprenderse por su apariencia, estaba mirando su corazón.

Hay muchos aspectos donde podemos ver que la mirada de Dios es infinitamente más profunda, más completa, en otras palabras, es perfecta. Ésta abarca toda la realidad del ser humano, no solo una parte, sino también el pasado, presente y futuro.
Hoy veremos algunos ejemplos acerca de la diferencia entre la mirada humana y la de Dios:

1- El hombre mira el carácter, Dios ve su realidad. Muchas veces una persona juzga a otra de acuerdo solamente a su comportamiento, a su manera de ser y de relacionarse, mientras que Dios, además de ver eso, también ve su historia y los motivos que provocan su comportamiento.

Puede que al observar a alguien nos precipitemos a juzgarla y caratularla de acuerdo solo a lo que perciben nuestros ojos; solemos decir: “este es un amargado” o “nada le viene bien” o cosas por el estilo. Sin embargo, rara vez conocemos en profundidad su situación completa. Es importante que veamos más allá y que tratemos de acercarnos y conocer su historia, no para justificarla sino para tratar de comprender y ayudar. Dios hoy quiere darnos la sensibilidad para entender que estas personas, aunque no lo notemos, necesitan del amor de Dios a través de nuestra vida La mirada del hombre se queda en lo externo, en lo parcial, pero Dios quiere que veamos más profundamente para llegar a su corazón y poder así ser de bendición.


2- El hombre mira la frustración mientras que Dios ve las posibilidades de victoria. A menudo uno puede caer en mirar para atrás, el pasado, las derrotas o las imposibilidades que detienen la esperanza en el presente. Esto produce estancamiento y temor. Pero Dios sabe y ve lo maravilloso que está por hacer. 

Al ver los problemas de salud, en lo económico o lo familiar algo dentro nuestro nos dice que “este problema nunca se va a resolver” mientras que el Señor ya ha visto la solución. Dios quiere que te sueltes del pasado para anclarte a la fe y confiar en su poder!
El mismo profeta Habacuc (Habacuc 1:1-4) comienza su libro escribiendo acerca de una realidad dolorosa y cuestionando a Dios por la sociedad corrupta donde los impíos se llevaban (a su modo de ver) la mejor parte. A lo cual el Señor le responde diciendo: “Mirad entre las naciones y asombraos porque Yo haré una obra en vuestros días que aún cuando se os contare no la creeréis”

No te aflijas por lo que ves hoy pues Dios conoce el propósito y también la obra que está haciendo para bien. Tal como el caso de Abraham (Romanos 4:17) que lejos de su realidad, confió en la promesa y llegó a ver lo que parecía imposible! 

3- Los hombres miran las acciones externas, Dios ve las motivaciones que hay detrás de sus actos. Las motivaciones, las intenciones del corazón de los hombres no siempre están muy claras, a veces hay evidencias pero otras veces, no. Debemos guardarnos de juzgar por lo que vemos puesto que el único que conoce las motivaciones del corazón es Dios. +

En Hebreos 4:12, Dios nos da luz acerca de la palabra viva que llega mucho más profundo que cualquier otra cosa. Esto no es para condenar sino más bien para que nos santifiquemos a través de ella. 

4- Los hombres miran cuanto tiene una persona, Dios mira la fidelidad en su servicio. ¿Puede uno preferir rodearse de personas bien vestidas, con mucha educación y un buen auto estacionado en la puerta? ¿Podrá enseñarnos más una persona que logró poseer mucho antes que alguien que dedica su vida a Dios? Si bien a simple vista uno diría que eso no tiene nada que ver, la realidad es que muchas veces uno prefiere a las personas que lograron ascender en los escalones culturales más que quienes crecieron interiormente hacia Jesús y por ahí, no es tan visible. 

En Lucas 22:24-26 Jesús deja una enseñanza bien clara acerca de que los más exitosos para el reino de los cielos no son quienes logran tener cuanto desean sino quienes llevan el amor de Dios en beneficio de otros y los sirven. Dios espera que seas fiel con lo que te ha dado. El Señor va a mirar si fuiste fiel, si desarrollaste el ministerio con amor y para Él y por Él. No escondas el talento que te ha dado, se fiel en el servicio a Dios.

5- El hombre mira el pecado y lo condena, Dios ve el arrepentimiento y lo restaura. No prestemos oídos a los chismes que nos vuelven enemigos de quien se ha equivocado, sino más bien oremos y ayudemos a su restauración con amor. Recuerda siempre la regla de oro: “Hazle al otro lo que te gustaría que te hagan a ti”.


http://creerenjesus.blogspot.com


1 comentario:

  1. Cristianos medio ambiente9 de marzo de 2011, 23:56

    Me gusto mucho tu mensaje de hoy y no pudimos dejar de poner nuestras reflexiones. Nos dejas saber. Que Dios te siga guiando y bendiciendo
    1- El hombre mira el carácter, Dios ve su realidad. Juzgamos y criticamos el caracter de las personas pero no somos capaces de tenderle la mano y ver porque. Muchos le hace falta una mano para el cambio, y ahi estamos nosotros para llevarlo a la de Dios

    2- El hombre mira la frustración mientras que Dios ve las posibilidades de victoria. Cuando miramos el pasado que nos sirva para ver que nos enseño Dios cuando pasamos por el. Cuando estes en el valle de las tribulaciones, nunca pienses que estas solo. Acuerdate en estos momentos del Salmo 23 Jehova es mi Pastor

    3- Los hombres miran las acciones externas, Dios ve las motivaciones que hay detrás de sus actos. Mas importante es que te motivo hacer esa accion, pues cuando la haces con un corazon limpio, Jesus te premiara

    4- Los hombres miran cuanto tiene una persona, Dios mira la fidelidad en su servicio. No las riquezas te dan al felicidad, hay personas que no han sido ricas en posesiones pero han sido millonarias en bendiciones, el mejor ejemplo lo pudieramos dar en Maria Teresa La madre de Calcuta

    5- El hombre mira el pecado y lo condena, Dios ve el arrepentimiento y lo restaura. Dios dio a su hijo para que nuestros pecados fueran perdonados al morir en la Cruz y darnos vida eterna.

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