sábado, 20 de agosto de 2011

La decisión está en sus manos

Decidió no volver a la iglesia. Estaba avergonzado. El escándalo que protagonizó el fin de semana, no tenía parangón en la historia de aquél conjunto residencial. Él mismo no comprendía el por qué.

Riñó con uno de sus hijos; intervino Laura, su esposa. Estalló la diferencia. Ella insistía en que era inconsciente. Se sintió herido. Reaccionó. Elevó la voz. En cuestión de segundos estaba gritando. No comprendía la razón. Ahora estaba avergonzado.

“¿A qué vuelvo a la iglesia si soy un fracaso?”, se preguntaba una y otra vez.

Su esposa, más calmada, le insistía en que regresara. Roberto no sabía qué decisión tomar. Es cierto, Dios le hacía falta en su vida; no obstante, tenía hasta vergüenza se salir del apartamento, pensando en el qué dirían sus vecinos.

¿Qué final escoge usted?

Uno de los ganadores de un importante de los realitys más famosos de Europa, el cantautor, David Bisbal, tiene un tema: “Dígale usted” que tiene dos finales en el video original. Cada quien puede escoger el de su preferencia. Uno es feliz, como si fuera en telenovela, el otro, nostálgico y triste. Pero no es el único caso. Hay muchos. Incluso hay filmes que tienen dos finales que son opcionales para el cineasta.

Pienso en estas posibilidades cuando vuelvo la mirada a lo que es mi vida y la de millares de personas. Hay dos finales y cada quien determina cuál. Uno es el final a la manera de Dios, y el otro, el que escogemos y que es producto de todo cuanto hacemos a lo largo de nuestra existencia.

Voy a ilustrar una respuesta a su interrogante, partiendo de cuatro capítulos del libro de Jueces: desde el 13 hasta el 16. Sin duda ya habrá descubierto que se trata de la historia de Sansón. Él pudo haber tenido un final de victoria, pero fue trágico, porque se distancio de su Creador y adoptó decisiones desacertadas.

Desde antes de la fundación del mundo, Dios tiene planes maravillosos para usted y para mi. Le invito a considerar la escogencia de Sansón: “Pero los israelitas volvieron a hacer lo malo a los ojos del Señor, y el Señor los entregó al poder de los filisteos durante cuarenta años. En Sorá, de la tribu de Dan, había un hombre que se llamaba Manoa. Su mujer nunca había tenido hijos, porque era estéril. Pero el ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Tú nunca has podido tener hijos, pero ahora vas a quedar embarazada y tendrás un niño. Pero no tomes vino ni licor, ni comas nada impuro, 5 pues vas a tener un hijo al que no se le deberá cortar el cabello, porque ese niño estará consagrado a Dios como nazareo desde antes de nacer, para que sea él quien comience a librar a los israelitas del poder de los filisteos.”(Jueces 13:1-5)


Con fundamento en el texto, observe que desde antes que naciera, Dios tenía puestos los ojos en Sansón como sin duda con nosotros. Segundo, le trajo para cumplir una misión, en un tiempo en el que los israelitas estaban bajo el asedio de los filisteos. ¿Se ha preguntado cuál es su misión en esta tierra y si la está cumpliendo?

Sansón nació de una madre estéril, reafirmando un hecho y es que para Dios no hay nada imposible. Él, nuestro Supremo Hacedor sabía cuál sería el inicio de este libertador del pueblo escogido, y cual sería su fin, en caso que Él se hubiera movido en Su voluntad. No obstante, Sansón—como veremos un poco más adelante--, tomó sus propias decisiones.

El texto continúa diciendo que: “A su tiempo, la mujer tuvo un hijo, y le puso por nombre Sansón. El niño crecía y el Señor lo bendecía. Y un día en que Sansón estaba en el campamento de Dan, entre Sorá y Estaol, el espíritu del Señor comenzó a manifestarse en él.”(Jueces 13.24, 25, versión Dios habla hoy)

En su tiempo, Dios cumplió el propósito que tenía planeado desde siempre, y la madre –que era estéril—pudo concebir y conforme iba creciendo Sansón, fue lleno más y más de la presencia de Dios (versículos 24-25)

Igual con nosotros cuando nos movemos en la voluntad de Dios. Hay quienes, bajo las presiones, renuncian a su fe. Algo que ocurre a muchas personas que no quieren ser el blanco de burlas y críticas de sus congéneres. Pero ha dado un paso importante y es reconocer el error. Eso es algo esencial, base para el cambio y el crecimiento personal y espiritual.

¿Quizá cayó en esta situación? Es tiempo de volverse a Cristo. Hoy, ahora, en este momento sin dejar pasar la oportunidad. Dios lo espera con los brazos abiertos. Siempre nos ofrece una nueva oportunidad cuando hay un arrepentimiento sincero…

sábado, 6 de agosto de 2011

Sólo dando, recibimos

 No tengas miedo, entrégate sin medida para que Dios tenga espacios vacíos que pueda llenar.

Todos llevamos dentro muchas cosas valiosas que podemos compartir. Cada persona tiene virtudes y cualidades que otros necesitan y admiran. Somos como recipientes que tienen forma y propósito. Contenemos algo que es necesario dar a los demás. Por ejemplo, cuando nos duele el estómago, buscamos una medicina y abrimos el frasco para tomar lo que contiene y sentirnos mejor. Nosotros somos iguales, somos recipientes llenos de bendición para nuestras familias, nuestra pareja y nuestro trabajo. Lo vemos en el hogar, nadie es igual, siempre hay alguien que tiene un don especial que no tienen los demás. Hay un risueño, un cariñoso, un fuerte y dominante. Cada uno aporta lo que tiene para beneficio y alegría del resto. No serás de utilidad para otros, a menos que estés dispuesto a abrirte.

Si no estás dispuesto a vaciarte, si no deseas compartir con tus amigos o personas necesitadas, te estancarás y no avanzarás porque no tendrás espacio para recibir y crecer. Las personas que atesoran y no comparten, sienten que ya llegaron a la meta, se acomodan y no superan otras expectativas, ya no pasan a otro nivel porque se han estancado.

Como un garrafón de agua que nunca se usa por miedo a que se termine. El resultado será que efectivamente, siempre tendrá agua, pero con el tiempo, se llenará de microorganismos y ya no servirá. Nadie querrá tomarla porque está estancada y contaminada. Las empresas no quieres trabajadores estancados que no buscan desafíos porque se llenan de los “microbios” de malos pensamientos y ya no avanzan. Para evitar que esto te suceda, debes consumirte, debes permitir que beban de lo que tienes y dejen espacio que puedas llenar de nuevo.

Jesús es el mejor ejemplo porque vino para gastarse y consumirse. Derramó Su sangre por nosotros, no le quedó una sola gota en el cuerpo, ¡eso es ser de utilidad! Aunque suene duro, la gente que no es útil, es inútil, así de sencillo. El problema de guardarnos y cuidarnos tanto es que nuestros dones se desperdician y no son de provecho para nosotros, ni para otros.

Nuestros lógica terrenal nos dicen que para tener, hay que guardar y acumular porque si gastamos y repartimos, nos quedamos si nada. Pero el Señor dice que si repartes, tendrás más y si retienes, verás la pobreza en tu vida (Proverbios 11:24). La economía nos dice que debemos “acumular para los tiempos malos”. Claro que es bueno ahorrar, pero la Palabra aclara que debemos retener lo que es justo, no más que eso, porque acumular conduce a la pobreza. Cuando uno reparte, está abriendo el espacio para los milagros. Dar es justo y recibir también.


En la Biblia, vemos la historia del profeta Eliseo quien le pregunta a una mujer qué tiene para ofrecer. Era tiempo de escasez y ella le responde que sólo tiene una vasija de aceite. Entonces él le da la instrucción de que pida muchas vasijas prestadas y comience a derramar su aceite en ellas. ¡Y sucede el milagro! Porque se llenan todas las vasijas que sus hijos le llevan (2 Reyes 4:3-6). Lo que tú tienes y puedes derramar en otros es lo que Dios necesita para que ocurra el milagro de la sobreabundancia. Cuando eres un recipiente dispuesto a vaciarse, llamas al cielo tu propio milagro para que empiece a multiplicarse. La bendición de vaciarte está en la oportunidad que le das al Señor para que vuelva a llenarte.

Si quieres cosas mejores y nuevas, primero debes vaciarte y hacer espacio para que puedan venir a tu vida o será imposible recibirlas. Cuando entregas lo que tienes, alza tu mirada al cielo y dile al Señor: “Ya entregué lo que tenía, ¿dónde está lo mío?”

Para que nuestro Padre tome la decisión de derramarse, debe ver que la tierra está seca (Isaías 44:3). Si te sientes seco y vacío por dar lo que tenías, prepárate porque Él te llenará. No digas: “Me he guardado porque tengo miedo”. El temor a entregarse es el mayor enemigo de recibir bendición. Tal vez abusen de ti y se aprovechen, pero Él es suficientemente justo para darse cuenta que das lo mejor y mereces recibir.

Dios promete que bendecirá hasta que sobreabunde a quienes dan y se ofrecen sin medida, como dice en Malaquías 3:10 sobre el diezmo. Recibes el 100% de tu paga por el trabajo que realizas, entonces el Señor dice que le hagamos el favor de abrirle un espacio del 10% para que pueda llenarlo de nuevo, derramarse en ti y bendecirte. ¡Cuando diezmamos pasan cosas extraordinarias en nuestra vida porque Él no se queda con nada! Nuestro Señor es abundante en Sus promesas, no es escaso o egoísta, no puede dar poco, es generoso sin medida. Eso es lo que nos enseña y como buenos hijos, debemos aprender de Su ejemplo.

Ofrece lo que eres y lo que tienes sin medida en tu casa, en el trabajo y en la Iglesia. Hacerlo traerá bendición a tu vida. Echa fuera el temor y empieza a entregar lo que sea necesario.

Dale gracias porque tienes espacio para que Él lo llene. Dile que estás dispuesto a abrirte para que salga lo que Él y otros necesitan. Abre tus brazos y pídele que tome lo que quiera de ti. Pídele que llene los espacios que has vaciado, que no te deje sin recompensa porque deseas experimentar toda Su abundancia. Entrégale tu vida y tu corazón, declara que te darás a otros, que les bendecirás porque es tiempo de vaciarnos para que Dios nos llene de nuevo. 

miércoles, 3 de agosto de 2011

Con Dios podemos realizar grandes cambios

Cuando empezamos a dar nuestros primeros pasos con Dios, sin dudas, nuestra vida cambia para siempre porque nunca volvemos a ser los mismos si es que guardamos Su Palabra con amor en el corazón.

El Padre puede restaurar el corazón más lastimado, darle fuerzas al corazón más débil y enternecer al corazón más obstinado. Porque Dios trabaja de adentro hacia afuera. Él nos transforma y nos va cambiando la vida en todos los aspectos para que lleguemos a lo que Él desea, para Su gloria.

Un ejemplo muy dulce que se encuentra registrado en la Palabra es la transformación de Pablo, quien, antes de llegar a ser el apóstol Pablo era un hombre que asolaba a la iglesia de Dios, mataba creyentes y consentía en la muerte de quienes predicaban el evangelio.

Pero todo cambió el día en que Jesucristo le reveló que lo que estaba haciendo sólo iba a lastimarlo a él, en lugar de bendecirlo. Al respecto, el Dr. John Gill menciona lo siguiente:

Dura cosa te es dar coces contra el aguijón, o resistirme (...) es un refrán que se toma de las bestias que tienen aguijones, que dan coces contra los aguijones o espuelas, y se lastiman más al hacerlo, y Cristo lo usa, sugiriendo así que si Pablo continua persiguiéndolo a Él o a Su gente, oponiéndose al Evangelio (...) se hallaría (...) grandemente lastimado por ello (1).

Y lo mismo afirma el Dr George Lamsa, quien menciona que este orientalismo significa lastimarse a uno mismo, hacerse daño a sí mismo (2), de todo lo cual podemos inferir que cuando vamos en contra de los planes que Dios tiene para con nosotros, al final, perdemos tiempo y terminamos sintiéndonos mal.
Leer Hechos 9. 1 al 5

Es cierto que si nosotros decidimos cambiar de esta manera, las personas se asombrarán pues ya no seremos los mismos. Nuestros corazones se ablandarán y caminaremos con más dulzura, firmeza y fe que antes, y esto, a veces confunde a la vez que llena de admiración. Por eso, vale la pena cambiar con Dios, juntos, Él mediante su llamado y asistencia, y nosotros, esforzándonos, levantándonos y poniéndonos de Su lado para servirlo y agradarle.

El cambio, entonces, lo promueve Dios y lo recibimos y ejecutamos nosotros. Somos un equipo. El Padre nos llama. Puede ser a través de una revelación o de otras personas o de Su misma Palabra. Él da el primer paso y muchos de los subsiguientes, (como lo demuestran los pasajes que enmarcan este maravilloso y dulce relato de Pablo) pues nunca nos suelta la mano.

Pero nosotros también debemos proponernos crecer, aprovechar la oportunidad que el Padre nos está brindando, recibir Su perdón y gracia y así, armarnos de un pensamiento íntegro y superador que nos sane interiormente para crecer en madurez y potencia espiritual. 1 Timoteo 1. 12 al 15

Dios nos robustece, nos vigoriza y nos ayuda a sacudir toda telaraña anímica que nos esté paralizando para vivir una vida victoriosa, que es lo que a Él le agrada. A Él no le importa lo que hayamos sido antes pues el pasado no tiene poder para separar a una persona del Padre. El pasado consiste en hechos, en aciertos y errores que pueden ser sanados y restaurados por Dios. Así que, podemos estar seguros de que ya no cuenta delante de Él.

Lo que sí cuenta es Su gracia, es decir, Su ayuda, Su presencia incondicional en nosotros. La gracia implica, así, una ventaja siempre porque nos permite dejar atrás lo que éramos y extendernos hacia lo que está delante. Siempre implica una ayuda gratuita, nunca es onerosa, nunca se recibe por méritos pues de otra manera ya dejaría de ser lo que es en esencia.

Y por último, y como uno de los aspectos más sobresalientes, vemos en estos pasajes algo maravilloso, que es el hecho de que ella, la gracia de Dios, siempre es más abundante, más grande, más amplia, más extensa, profunda y anchurosa que todos nuestros pecados juntos. Y esas características, sumadas al amor y a la fe que recibimos en Cristo nos dan una excelente base para empezar a transformarnos hasta llegar a ser todo lo que el Padre desea. 


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viernes, 29 de julio de 2011

Mirando Hacia Adelante

El SEÑOR dijo a Samuel: ¿ Cuan to tiempo vas a quedarte llorando por Saúl, si ya lo he rechazado como rey de Isrrael? Mejor llena de aceite tu cuerno, y ponte  en camino. Voy a enviarte a Belén, a la de Isaí, pues he escogido como rey a uno de sus hijos.
1 de Samuel 16:1

Es interesante notar que aun el profeta Samuel pasaba por estas cosas, él se aferró a un líder y la escritura dice que lo lloraba, pues Saúl como rey de Israel había fracasado y no había seguido cumplidamente a Dios, por lo cual el señor lo apartó de si. Esto era ocasión para que el profeta Samuel lo llorara todos los días, sin embargo con su lloro no cambiaba la voluntad de Dios, al contrario, el señor se arrepentía de haberlo puesto como rey de Israel. Y tanto fue el llorar de Samuel, que hasta el señor se cansó y le dice ¿hasta cuando llorarás? Y es que Samuel lloraba una visión que el señor ya la había dejado a un lado. ¿No nos pasa esto también a nosotros? pues a veces nos encontramos mirando hacia atrás, y por mirar hacia atrás no vivimos el presente ni miramos hacia el futuro. Para dejar de mirar hacia atrás y poder mirar hacia delante, el señor emplea estos principios muy importantes y el primero es que:

1. Nos confronta

Note usted como el señor confronta al profeta y le dice que está haciendo algo equivocado al llorar a Saúl pues se hallaba mirando hacia atrás y no hacia delante, ¿No estaremos nosotros también mirando hacia atrás? ¿Como sabemos si esto nos está sucediendo? Es tan sencillo, esto nos puede suceder cuando miramos los fracasos y errores pasados, cuando nos hallamos mirando a los líderes pasados, y menospreciamos a los líderes actuales, cuando nos hallamos mirando los progresos anteriores y esto en cualquier área, y solo lamentamos el estar viviendo en el presente.

2. Nos aconseja

Note usted el consejo: Llena tu cuerno de aceite. Ese cuerno se hallaba vacío, ¿A cual fue la causa? Simplemente que el rey de Israel había fracasado. Cuando miramos los fracasos tanto nuestros como los de otra persona, nuestra vida espiritual se comienza a vaciar, esto nos puede estar sucediendo cuando solo lloramos, cuando solo lamentamos, cuando solo nos quejamos, cuando solo nos criticamos, cuando solo nos miramos los defectos, pero todo esto se puede ir de nosotros si tan solo dejamos que ese aceite fresco del Espíritu Santo llene nuestra vida. Mire la orden de Dios al profeta: llena tu cuerno de aceite, la llenura no es una opción, sino una orden pues la escritura nos manda a sed llenos del Espíritu. Efesios 5:18

3. Nos envía

Ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey. El llamado del profeta se había estancado, ya no iba en misión, ni recorría el país de Israel como lo solía hacer antes, pues una visión pasada lo había dejado estancado en el camino, y así te puede estar sucediendo a ti también, pero el señor con una nueva misión puede sacarte de allí como lo hizo con el profeta Samuel. ¿No miramos aquí la gran comisión del señor?, la cual nos dice: Id por todo el mundo y predicar el evangelio. Id y haced discípulos a todas las naciones. Escuche la vos del señor que le dice: Ven, te enviaré, porque hay una familia, porque hay un pueblo, porque hay una ciudad, porque hay una nación, porque hay un mundo que necesita oír mi evangelio.

4. Nos da una nueva visión

Para que dejemos de mirar una visión que ha fracasado y poder seguir mirando hacia delante el señor nos revela un nuevo plan, y él no cuenta con una segunda opción, como lo es un plan B, o un plan C, no, cuando el plan A del señor falla, (y esto por causa del hombre) él cuenta con un súper plan A. ¡Aleluya! (exalte su santo nombre) y para esto el señor nos da una nueva visión, note usted lo que le dice al profeta Samuel: Ven, te enviaré a Isaí de Belén porque de sus hijos me he provisto de rey. Cuando Samuel pensaba que todo se había perdido, se encontraba equivocado pues lo mejor para la nación de Israel estaba por venir, porque el mejor rey, las mejores victorias y conquistas, las mejores épocas, los mejores reinados, las mejores glorias, y la mayor prosperidad estaban por delante, pues tanto el reinado de David como el de su hijo Salomón formaron las épocas y reinados de oro en la historia de la nación de Israel, y por si fuera poco de allí saldría el reinado eterno del Mesías el Hijo de Dios.

Quizás un fracaso en tu vida, o en la vida de una persona a quien amas ha estancando tu vida y tu ministerio, o ha sido una desilusión, o desepción, por tal motivo tu vida se ha detenido y solamente te encuentras llorando. No sigas mas pensando que hasta aquí llegaste pues el señor tiene una nueva visión y un súper plan A para ti, pues la mayor prosperidad, la mayor bendición, la doble porción, la vida victoriosa que siempre has deseado, los mayores refrigerios espirituales, los mayores gozos y alegrías, y los mejores días están por llegar a tu vida, solo sigue su visión, y su voluntad. Si hacemos lo que el señor nos aconseja estaremos mirando hacia delante, hacia lo que el señor desea que miremos, para ir de victoria en victoria y de triunfo en triunfo en el señor. Amé.


Dios los bendiga y hasta la proxima 

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viernes, 22 de julio de 2011

Rendirse totalmente a Jesús

¿Se ha sentido temeroso de entregarse totalmente al Señor porque piensa que podría privarse de algún placer en esta vida? Hay muchas posibilidades de que sí. Eso se debe a que Satanás trabaja tiempo extra para convencerle de que él puede hacer que su vida en realidad tenga mérito. Pero no le crea ni por un instante. La verdad es que rendirse por completo al Señor no le costará nada que valga la pena tener. Sólo hará que usted viva su vida en abundancia.

La vida de Jesús sobre la tierra fue un ejemplo perfecto de una vida totalmente entregada. Él fue un ejemplo vivo de los beneficios que trae el vivir santamente. A dondequiera que iba, Jesús hizo a los sordos oír, los ciegos ver, los paralíticos caminar. Él vivió en perfecta paz y absoluta victoria.

Todo eso me parece muy bien. Todo lo que Jesús se perdió fue que el diablo tuviera dominio sobre Él para matar, hurtar y destruir. De hecho, el diablo no pudo hacerle nada hasta que, por la voluntad del Padre, Jesús dio su vida. Hasta esa hora Jesús anduvo en victoria total sobre el enemigo.

¿Cree usted que se perdería mucho si viviera de esa manera? ¡Claro que no! Al igual que Jesús, usted puede andar en la misma unción, el mismo poder y la misma gloria de Dios.

¿Tiene que abandonar toda su vida para hacerlo? ¡Sí! Usted tiene que cambiar su vida por la vida de Dios. Tiene que cambiar su enfermedad por la sanidad, su pobreza por la prosperidad, su inquietud por la paz y su pecado por la justicia.

Por lo tanto, ¿por qué dudar? Al fin de cuentas, francamente usted no tiene nada que perder.
 

jueves, 14 de julio de 2011

El lapiz

Un hacedor de lápices toma un lápiz justo antes de meterlo en su caja y le dio consejos. Le dijo: "Hay 5 cosas que debes saber antes que seas enviado al mundo. Siempre recuérdalas y serás el mejor lápiz del mundo."
Las 5 cosas fueron las siguientes:
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de alguien.
2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones de que te saquen punta, pero será necesario para que seas un mejor lápiz cada vez.
3- Tendrás errores, pero tendrás un borrador para corregirlos todos.
4- La parte más importante de ti es la que lleva dentro Y......
5- En cualquier superficie que seas usado, tendrá que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar escribiendo.



El lápiz entra en su caja prometiendo recordar estas 5 cosas y con un propósito en su corazón de ser útil.
Ahora podríamos ponernos nosotros en el lugar del lápiz y recordar estas 5 cosas para ser la mejor persona del mundo

1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de Dios
2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones de las luchas y tribulaciones, pero será necesario para que seas más fuerte y valiente cada vez.
3- Tendrás errores, pero tendrás humildad para corregirlos todos y crecer por medio de ellos.
4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro del Corazón Y......
5- En cualquier superficie que camines, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar sirviendo a Dios en todo.

Servir a Dios es uno de los privilegios más hermoso que tiene el ser humano.

"Señor, hazme un instrumento de tu paz. Que donde hay odio yo traiga siempre amor; donde hay injuria y ofensa yo siempre otorgue perdón; donde hay duda ponga fe; donde hay desespero, esperanza; donde hay tinieblas, luz; donde hay tristeza, gozo"

"Romanos 8:28 Ahora bien, sabemosque Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su proposito."


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miércoles, 6 de julio de 2011

La decisión está en sus manos

Decidió no volver a la iglesia. Estaba avergonzado. El escándalo que protagonizó el fin de semana, no tenía parangón en la historia de aquél conjunto residencial. Él mismo no comprendía el por qué.

Riñó con uno de sus hijos; intervino Laura, su esposa. Estalló la diferencia. Ella insistía en que era inconsciente. Se sintió herido. Reaccionó. Elevó la voz. En cuestión de segundos estaba gritando. No comprendía la razón. Ahora estaba avergonzado.

“¿A qué vuelvo a la iglesia si soy un fracaso?”, se preguntaba una y otra vez.

Su esposa, más calmada, le insistía en que regresara. Roberto no sabía qué decisión tomar. Es cierto, Dios le hacía falta en su vida; no obstante, tenía hasta vergüenza se salir del apartamento, pensando en el qué dirían sus vecinos.

¿Qué final escoge usted?

Uno de los ganadores de un importante de los realitys más famosos de Europa, el cantautor, David Bisbal, tiene un tema: “Dígale usted” que tiene dos finales en el video original. Cada quien puede escoger el de su preferencia. Uno es feliz, como si fuera en telenovela, el otro, nostálgico y triste. Pero no es el único caso. Hay muchos. Incluso hay filmes que tienen dos finales que son opcionales para el cineasta.

Pienso en estas posibilidades cuando vuelvo la mirada a lo que es mi vida y la de millares de personas. Hay dos finales y cada quien determina cuál. Uno es el final a la manera de Dios, y el otro, el que escogemos y que es producto de todo cuanto hacemos a lo largo de nuestra existencia.

Voy a ilustrar una respuesta a su interrogante, partiendo de cuatro capítulos del libro de Jueces: desde el 13 hasta el 16. Sin duda ya habrá descubierto que se trata de la historia de Sansón. Él pudo haber tenido un final de victoria, pero fue trágico, porque se distancio de su Creador y adoptó decisiones desacertadas.

Desde antes de la fundación del mundo, Dios tiene planes maravillosos para usted y para mi. Le invito a considerar la escogencia de Sansón: “Pero los israelitas volvieron a hacer lo malo a los ojos del Señor, y el Señor los entregó al poder de los filisteos durante cuarenta años. En Sorá, de la tribu de Dan, había un hombre que se llamaba Manoa. Su mujer nunca había tenido hijos, porque era estéril. Pero el ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Tú nunca has podido tener hijos, pero ahora vas a quedar embarazada y tendrás un niño. Pero no tomes vino ni licor, ni comas nada impuro, 5 pues vas a tener un hijo al que no se le deberá cortar el cabello, porque ese niño estará consagrado a Dios como nazareo desde antes de nacer, para que sea él quien comience a librar a los israelitas del poder de los filisteos.”(Jueces 13:1-5)


Con fundamento en el texto, observe que desde antes que naciera, Dios tenía puestos los ojos en Sansón como sin duda con nosotros. Segundo, le trajo para cumplir una misión, en un tiempo en el que los israelitas estaban bajo el asedio de los filisteos. ¿Se ha preguntado cuál es su misión en esta tierra y si la está cumpliendo?

Sansón nació de una madre estéril, reafirmando un hecho y es que para Dios no hay nada imposible. Él, nuestro Supremo Hacedor sabía cuál sería el inicio de este libertador del pueblo escogido, y cual sería su fin, en caso que Él se hubiera movido en Su voluntad. No obstante, Sansón—como veremos un poco más adelante--, tomó sus propias decisiones.

El texto continúa diciendo que: “A su tiempo, la mujer dio a luz un hijo, y lo llamó Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijoY un día en que Sansón estaba en el campamento de Dan, entre Sorá y Estaol, el espíritu del Señor comenzó a manifestarse en él.”(Jueces 13.24, 25, )

En su tiempo, Dios cumplió el propósito que tenía planeado desde siempre, y la madre –que era estéril—pudo concebir y conforme iba creciendo Sansón, fue lleno más y más de la presencia de Dios (versículos 24-25)

Igual con nosotros cuando nos movemos en la voluntad de Dios. Hay quienes, bajo las presiones, renuncian a su fe. Algo que ocurre a muchas personas que no quieren ser el blanco de burlas y críticas de sus congéneres. Pero ha dado un paso importante y es reconocer el error. Eso es algo esencial, base para el cambio y el crecimiento personal y espiritual.

¿Quizá cayó en esta situación? Es tiempo de volverse a Cristo. Hoy, ahora, en este momento sin dejar pasar la oportunidad. Dios lo espera con los brazos abiertos. Siempre nos ofrece una nueva oportunidad cuando hay un arrepentimiento sincero…

¿Cómo puedo Arreglar todo con Dios?

  🔹 Introducción En la vida, a menudo enfrentamos momentos en los que sentimos que nos hemos alejado de Dios. Tal vez hemos tomado decisio...