miércoles, 8 de junio de 2011

No se quede con las buenas intenciones

 “Había  en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres”
Hechos 9:36
 
Las buenas intenciones sólo tienen valor cuando van seguidas con buenos hechos.  Con buenas intenciones no pasa nada, hasta que no haya hechos, no hay retribuciones.  Es como dijo Jesús que un hombre salió a sembrar y después se fue a dormir y en algún momento vio que la planta estaba saliendo.  De esa forma funcionan todas las áreas de nuestras vidas. 

Imagínese si su jefe a fin de mes le dice: “Mi intención era pagarte por tu trabajo pero…” Creo que a usted no le gustaría oírlo y menos quedarse  con las buenas intenciones de su jefe. Usted quiere los hechos, el dinero. De la misma manera ocurre en todas las áreas. Usted no puede tener buenas intenciones sobre lo que Dios le manda a hacer. Debe obedecer y hacerlo.
Nosotros tenemos los testimonios bíblicos para ser sabios. En ellos vemos a gente que no se quedó con las buenas intenciones, de ayudar, de sembrar, de accionar. Y lo más grande de todo esto es que obtuvieron muy buenos resultados. Dios recompensa lo que hacemos realmente. Por eso, hay quiénes reparten y Dios les añade más en todos los niveles y direcciones. Hay algunos que retienen más de lo que es justo y se vuelven a pobreza.

Veamos la vida de una mujer que dicen las escrituras que “abundaba en buenas obras”. Dorcas. Más adelante dice que enfermó y murió. Pero ella no era de las que tienen buenas intenciones y se quedan sólo con eso, ella era una accionadora. Abundaba en buenas obras y en limosnas dice el versículo. Aquí hay alguien que se ganó la reputación de dadora por practicar el principio de dar.  Era una mujer que amaba bendecir a la gente y ser generosa, una persona que tenía sus manos abiertas para dar.  Ella murió y lo llamaron a Pedro.  Él oró por ella y se levantó.  Esa fue su ganancia, lo que ella cosechó.

Comience hoy a poner por obra lo que dice y piensa, que debe ser lo que dice y piensa Dios. Sea un accionador. Ponga por obra cada cosa que va siendo sembrada en su corazón y verá los frutos de su cosecha en abundancia.

viernes, 3 de junio de 2011

Su vida sobre la roca

“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las luvias, crecieron los rios, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo , la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.  Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y está se derrumbó, y grande fue su ruina.”
Mateo 7:24- 27

Hoy quiero contarle que lo que es imposible para su vida, se va a ser posible. No hay muchas vidas para vivir, esta es la única y es mejor que la viva bien. No haga provisión para el fracaso en su vida. No se conforme con finalizar su vida de una manera miserable porque muchos terminan así. Usted es un elegido de Dios, está preparado para ganar, por seguir el camino de la Palabra de Dios.

Lea y medite por un momento en la palabra de Mateo 7:24-27.

Una persona que oye y hace, recibió el mensaje en su mente y lo dejó pasar por todo su ser interior. Por eso, dice la Palabra, que las cosas que pensamos son las que hacemos. El que oye la Palabra de Dios, renueva su mente y comienza a pensar en línea con ella, entonces va a hacer las cosas de acuerdo a lo que Dios le dijo y va a tener las cosas como Dios las planeó. Dios dirá de usted: “Yo lo voy a considerar como un hombre prudente.” Vino toda clase de contratiempo para que esa persona viera un mal final, pero dice que no cayó porque estaba apoyada sobre la roca. Su manera de pensar tiene que estar apoyada sobre la roca que es Cristo y la Palabra de Dios. Usted sabe que van a venir cosas contra todo eso que está desarrollando al renovar su mente con la Palabra, pero usted va a estar fuerte, firme y no va a fracasar. La Palabra de Dios le da provisión para estar fuerte y en bendición.

Hay personas cuyos pensamientos van y vienen. De ellos dice la Palabra que es grande su ruina. Porque todo depende de su manera de pensar. Es fácil que todo lo negativo consuma sus pensamientos. De esa manera, está construyendo su casa sobre la arena. Usted podría estar justificado para decir que su vida es un fracaso, pero no puede decir eso nunca más. Usted es un hijo de Dios, ha sido redimido, perdonado, es una nueva creación, tiene la Palabra revelada en su vida. ¡Construya su vida sobre la roca! Estará muy bendecido.

Oración: Padre, hoy me determine a edificar mi vida sobre la roca, Cristo. Con tu Palabra alinearé mis pensamientos a los tuyos y nunca más sere un insensato sino que me llamarán hombre prudente. Lo haré, en el nombre de Jesús, amén

lunes, 30 de mayo de 2011

Recibiendo tu milagro

La Biblia nos enseña que Dios desea bendecirnos (Génesis 12:2), para que también nosotros podamos ser de bendición a otros. Sin embargo, uno de los aspectos que se ha perdido mucho es justamente la generosidad. A lo cual debemos volver, puesto que hoy tenemos mucho para dar. El libro de Romanos es un carta que trae bendición, enseñanza y nos motiva a buscar la santidad para también ser de bendición a otros. Es una epístola de profunda riqueza doctrinal que nos revela el carácter de Dios, fiel, compasivo y permanente. Y donde también vemos varias expresiones del corazón, las cuales reflejan nuestra profunda necesidad del Espíritu Santo a cada paso. Sin embargo, hoy nos detendremos en la historia de Bartimeo, un judío que supo ir en busca de Dios en el momento justo. 

La lástima es enemiga de los sueños

Bartimeo era ciego y a pesar de su situación, clamó con fe por su milagro y pudo ver con sus propios ojos el amor de Jesús manifestarse. 

Lógicamente, tenía muy baja estima. Dependía de la lástima de los demás y sus días transcurrían a un costado del camino esperando las limosnas de la gente. Hoy en día, una persona sin la capacidad de ver, tiene una vida bastante acotada, sin embargo puede llegar a leer a través de un código especial, puede ser guiado por un perro entrenado y demás ayudas. Pero en el tiempo de Bartimeo, nada de eso existía. Era solo él, su capa y la ayuda de las personas.

Lo peor que le puede ocurrir a una persona es justamente vivir de la lástima de los demás, porque termina por sentir lástima de sí mismo. ¡Qué problema cuando un Hijo de Dios vive como un mendigo! Deja que Dios limpie tu mente y así puedas vivir como quien verdaderamente eres: ¡un hijo con el mismo ADN espiritual que el del Dios Soberano de toda la tierra!

Cuando alguien tiene lástima de si mismo, baja los brazos y considera que sus sueños ya son inalcanzables. Sin embargo, este personaje pudo oír acerca de Jesús que sanaba a la gente de sus males y pensó: ¡esta es mi oportunidad! Y con lo primero que se enfrentó fue con el temor.

La comodidad de lo seguro o el desafío de lo nuevo

Se encontró entre la disyuntiva de seguir en la seguridad de lo que ya conocía o lanzarse a lo nuevo. Y el temor al que dirán fue su primer obstáculo. 

Si decidía acercarse a Jesús, ¿qué irían a pensar de él? Cuando intentamos agradar a las personas siempre nos encontraremos limitados por el famoso “qué dirán”, mientras que no podemos ignorar que los demás en realidad están pensando en sus propios problemas como para ocupar demasiado tiempo pensando en nuestras reacciones o vivencias.

Esto muchas veces inhibe a las personas y no los deja crecer. Mientras que los demás están demasiado ocupados pensando en sus propios asuntos. 

El caso fue que Jesús estaba pasando y Bartimeo tenía la chance de clamar por su milagro. Y aprovechó su oportunidad. Con todas sus fuerzas y desoyendo a quienes intentaban callarlo, buscó llamar la atención de Jesús.
Y al lograrlo, la misma gente que intentaba aquietarlo, comenzó a animarle que se acercara al Maestro. 

Las oportunidades son para aprovecharlas hoy.

¿Qué hubiera ocurrido si no gritaba por su milagro ese día? Hubiera muerto sin ver la luz del sol jamás. Dios deseaba bendecirle pero estaba esperando que él hiciera su parte.

A menudo encontramos tantos obstáculos que preferimos postergar lo que sabemos que debemos hacer. Nos olvidamos de la perseverancia y nos acomodamos en “mañana lo hago”

Dejar las cosas para otro momento, no siempre facilita la vida. Muchas veces, ocurre lo contrario. Dios te puede sorprender. No dejes pasar más oportunidades, busca tu milagro con una actitud de fe y humildad. Y aunque algunas oraciones tarden más que otras, siempre habrás dado un paso para acercarte a Jesús. 

Tus palabras tienen que pedir el milagro

Jesús se acercó a Bartimeo y le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Es decir, lo llevó a declarar por fe su necesidad, lo guió a clamar por su milagro. Aunque era bien clara su necesidad, el Señor buscó que saliera de su condición de auto conmiseración para ir en pos de su sanidad. De igual manera, tenemos que declarar con nuestras palabras lo que estamos anhelando en el corazón. Y si lo que pides está de acuerdo con la voluntad de Dios, entonces lo verás concretarse. Y, si no, verás que otra puerta se abre. 

Esta es una procesión de fe. No es solamente creer en tu corazón sino también confesar con tu boca. Dios tiene planes y muchos milagros para ti, pero no lo dejes para otro momento. Busca a Jesús hoy y clama por tu vida y tu necesidad.

¡Hoy es el día! Renueva tus expectativas y busca el fuego que el Espíritu Santo quiere derramar sobre los corazones encendidos. Toma la decisión de obedecerle a Dios con un corazón Dispuesto. ¡Hay mucho más que puedes recibir si tan solo clamas con fe!

Dejame tus comentarios e inquietudes 

miércoles, 25 de mayo de 2011

Paga con el Bien , el mal

"Porque esta es la voluntad de Dios: que practicando el bien, hagan callar la ignorancia de los  insensatos". 1 Pedro 2:15

Sé por experiencia personal que cuando la gente comienza a criticar y a perseguirle porque usted vive por fe, su reacción humana y natural es la de querer vengarse. Es fácil el querer comenzar a difundir un poco de la misma crítica de ellos. Usted puede pensar: "Bueno, a lo mejor si prueban un poco de su propia medicina dejarán de estar criticando y hablando de otros".

¿Pero sabe qué? No lo harán. Sus palabras simplemente añadirán combustible al fuego, y le criticarán y alzarán la voz más fuertemente que antes.

Sin embargo, según la Palabra de Dios, hay una manera de callarlos. No hay que discutir con ellos ni defenderse, sino que hay que guardar silencio y seguir haciendo las buenas obras que Dios le ha llamado a hacer.

A Jesús lo criticaron severamente los religiosos de su tiempo. Pero Él nunca se defendió, sino que continuó haciendo el bien, como dice Hechos 10:38.

Cuando la gente comience a ridiculizarlo por vivir la vida de fe, sea como Jesús: siga bendiciendo a la gente, siga orando por personas que son oprimidas por el diablo y libérelas, siga poniendo las manos sobre los enfermos y sánelos, siga haciendo lo que Dios le ha llamado a hacer.

Eso molestará al diablo porque su propósito principal es anular su eficiencia en el reino de Dios. Satanás quiere que usted participe de las críticas. Quiere distraerle para desviar su atención del trabajo que Dios le ha dado. El diablo realmente quiere que usted se rinda.

¡No lo haga! En lugar de eso, siga las instrucciones de 2 Timoteo 3:14: "Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido". Continúe haciendo el bien y viviendo por fe para que haga callar las críticas de las personas ignorantes. Y cuando se hayan desvanecido todas las palabras necias de esas personas, usted todavía estará firme.

sábado, 21 de mayo de 2011

7 hábitos de cristianos muy bien establecidos

1. Alimentan su espíritu tomando el hábito de leer la Palabra de Dios todos los días   
    (Proverbios 4:20).
 Hijo mío, atiende mis consejos;
escucha atentamente lo que digo.


2. Edifican su fe escuchando la Palabra de Dios todos los días (Romanos 10:17).
17 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la Palabra de Cristo. palabra de Dios.

3.  Se fortalecen y alientan a sí mismos diariamente hablando la Palabra de Dios sobre ellos mismos y sobre sus vidas (Mateo 8:8).
Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabra, 
y mi siervo quedara sano.  
4. Dominan y controlan sus pensamientos llenando sus mentes con la Palabra de Dios
   (Filipenses 4:8).
 Por ultimo, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.

5. Echan anclas y establecen sus corazones dando continua alabanza y acción de gracias
    (Salmos 34:1).
 Bendeciré a Señor en todo tiempo;
mis labios siempre lo alabaran .


6.  Se edifican a sí mismos y “cargan su batería” orando mucho en otras lenguas 
    (1ª Corintios 14:4).
El que habla en lenguas  se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza edifica a la iglesia.

7. Se vuelven aerodinámicamente sanos liberándose del “exceso de equipaje” (Hebreos 12:1).
 Por tanto, nosotros también, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémosnos del lastre del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.  

martes, 17 de mayo de 2011

Leyes espirituales

 
“Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito”
Josué 1:8

Quizá usted nunca haya escuchado estas palabras alguna vez: “leyes espirituales”. ¿A qué se refiere Apóstol? Voy a explicarle un poco. La Palabra de Dios, que es la Verdad, contiene leyes espirituales. Si nosotros aceptamos las leyes espirituales de la Palabra como verdad absoluta, vamos a ver que funcionan en nuestras vidas y en los que nos rodean porque ¡Todo en el Reino de Dios funciona!  Las leyes espirituales son para ser aplicadas y respetadas, y tenemos que confiar que van a producir resultados con recompensa divina.  Toda ley es para ponerla en práctica. En todas las áreas de la vida funciona el reino de Dios y al renovar su manera de pensar va cambiando su estilo de vida. Acepte lo que viene de parte de Dios.  Usted vivirá una vida gloriosa e irá transmitiendo esas verdades. Se sentirá fuerte, lleno de sabiduría, fortalecido en el Señor, una persona triunfadora y victoriosa.

Observe ahora una ley espiritual que Dios nos ha dado y que es la clave de todas las otras leyes espirituales, y es llamada la Ley de la meditación. Tiene que tenerla en cuenta porque todo el tiempo debe profundizar y meditar en la Palabra. Si su alma prospera, todo prosperará. Pero si permite pensamientos de duda, dejará que las mentiras del enemigo estén en su manera de pensar. Si la Palabra de Dios está en su manera de pensar, no va a aceptar esos pensamientos de duda o incredulidad y todo lo que usted haga prosperará, porque le estará dando lugar a Dios en su manera de pensar. Dios hoy le está revelando esta verdad de la ley de la meditación. 

Mire este ejemplo ¿Por qué fue tan importante esta ley para el pueblo de Israel?  Josué estuvo en Egipto con una manera de pensar de esclavitud y luego estuvo en el desierto por cuarenta  años, pero ahora, tenía que cambiar su manera de pensar porque iba a entrar a otro nivel y tenía que llevar a la gente a ese nivel.  Usted necesita que la verdad de Dios se vaya revelando en su vida para entrar a otro nivel.

viernes, 13 de mayo de 2011

Las manos del Maestro

Pueblo de Isrrael, ¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero con el barro? afirma el SEÑOR.  Ustedes, pueblo de isrrael, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero. 
Jeremías 18:6

Al ver una estatua como el «David» de Miguel Ángel, quedamos impresionados por el poder creador que trasmite esta obra. Sentimos lo mismo cuando observamos a un alfarero que toma una masa informe de arcilla, la coloca en un torno y, algunos minutos más tarde, obtiene un jarrón de forma elegante. El artista imagina lo que puede crear a partir de la materia que debe trabajar. Tiene una idea de lo que desea obtener. El escultor sabe qué debe quitar, limpiar, pulir, y qué herramientas debe utilizar para llegar al resultado deseado.

En la Biblia Dios se compara, con respecto a su pueblo, a un alfarero que moldea la arcilla para hacer un vaso. Los creyentes son comparados a piedras vivas que Dios trabaja para colocarlos en el lugar adecuado en el edificio espiritual que él está construyendo. Así, cada hijo de Dios es como un bloque de arcilla o de mármol en la mano del divino creador. Mejor que cualquier artista, el Maestro, entre cuyas manos descansa cada creyente, sabe cómo debe trabajar. Cada persona es una pieza única; el divino escultor conoce la naturaleza de cada uno de sus hijos, y emplea el tiempo y los instrumentos necesarios para llevar a cabo su obra.
Creyentes, estemos seguros de que todas las circunstancias por las cuales pasamos están en las manos del Maestro y son necesarias para que nos parezcamos más a Cristo. Así veremos con otros ojos las cosas que nos suceden.
La buena semilla


http://creerenjesus.blogspot.com 

¿Cómo puedo Arreglar todo con Dios?

  🔹 Introducción En la vida, a menudo enfrentamos momentos en los que sentimos que nos hemos alejado de Dios. Tal vez hemos tomado decisio...