El primer versículo que aprendí cuando conocí a Jesús fue: "Deleítate en el Señor". Como todo lo nuevo, me tomé un tiempo para entender lo profundas que eran estas palabras. Este ha sido un versículo que me ha seguido durante los últimos años.
Luego un día entendí que deleitarme en el Señor era estar siempre en el gozo de Dios, Feliz ante su presencia y sirviéndole a Él. Desde entonces, en mis oraciones ha estado presente que la clave es amar a mi Dios con todo el corazón, servirle con lo mejor que tengo, gozarme, gozarme en su amor sin importar las situaciones por las que esté pasando y tener siempre la esperanza de que mi vida era para servirle y trabajar para Él. Así que ahora estoy segura de que eso me da una enorme recompensa. No sé cuándo ni cómo, pero Dios me concederá los deseos de mi corazón, ya que esa es la promesa de la segunda parte del versículo " y Él te concederá los deseos de tu corazón.
Por eso quiero que hoy, cuando estamos como familia llevando este libro cada día, tú puedes comprendas comprender y aplicarlo a tu vida. CLAUDIA PINSON
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