Mostrando entradas con la etiqueta vivir. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta vivir. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de septiembre de 2016

¡ Elija Vivir!


Nunca disfrutaremos la vida a menos que tomemos una decisión de calidad para hacerlo. Satanás es un experto en robar y nuestro gozo es uno de sus objetivos  favoritos. Nehemías  8:10 nos dice que el gozo  del Señor es nuestra fortaleza. En Juan 10:10 nos dicen que  " el ladrón " viene a matar, robar y destruir, pero que Jesús vino para que tengamos vida y la disfrutemos.  Satanás es el ladrón  y una de las cosas que él busca robar nuestro gozo. Si el puede robar nuestro gozo,  seremos débiles el enemigo se aprovecha de nosotros. 

Creyentes débiles no son una amenaza para él o para su trabajo de destrucción. Con el fin de vivir como Dios tiene planeado que nosotros vivamos, la primera cosa que tenemos que hacer es creer verdaderamente que es la voluntad de Dios para nosotros experimentar un gozo continuo.  Entonces tenemos que decir entrar en ese gozo en nuestras almas es vitalmente  importante para nuestra salud física, mental,  emocional y espiritual.  Proverbios 17:22 dice " El corazón alegre es una  buena medicina pero el espíritu  quebrantado seca los huesos."  ¡ Es la voluntad de Dios que disfrutemos la vida ahora es el momento de decir entrar en la vida plena y abundante que Dios desea  para nosotros.

El gozo y el disfrute están disponibles  así como lo está la miseria. La rectitud y la paz están disponibles, así como la condenación  y la confusión.  Hay  bendiciones y maldiciones  disponibles  y por eso Deuteronomio  30:19 nos dice que escojamos la vida y las bendiciones.  Joyce Meyer D. A               

viernes, 26 de agosto de 2016

Siempre Aprendemos del Pasado


Cuando me pongo a pensar en mi vida antes de Cristo, reflexiono en lo mismo ¡que lástima que no lo conocí  antes!  ¡De cuantas cosas me hubiera guardado!  Sobre todo, analizo mi juventud.  A pesar de que fui una chica sana y de que nunca experiencias con las drogas, Dios me guardó de no cometer muchas locuras. sin embargo, fui muy inquieta en lo emocional y termine cansándome sin estar enamorada siquiera.

a los ventiún años, ya tenia entre mis brazos a mi primera princesa, Naty. Aunque fue una bendición, cambio mi vida por completo.  Deje muchas cosas de mi juventud sin concluir y estudios sin terminar. De una manera drástica empecé una vida  llena de responsabilidades.

Todos estos ajustes coincidieron con mi llegada a los Estados Unidos con un bebe de 4 meses, un pais extraño y sin saber el idioma. Con todo, aprendí mucho y lo más importante, madure.

Quizás tú estás leyendo esta pequeña historia y recuerdas lo que vives hoy. 
Quiero que sepas que Dios te permite vivir cada experiencia para enseñarte muchas cosas y para que aprendamos a verlo en cada circunstancia de nuestra vida.  Recuerda que Dios  te ayuda en todo momento.... ¡si tú te lo permites!.   "Claudia Pinzón"

lunes, 19 de octubre de 2015

La necesidas de perdonar 2


Lucas  6:27-2 es una excelente enseñanza del Señor que hay que leer en su totalidad, pero lo que resalta es la Pregunta de Jesús:  ¿Que merito tienen ustedes al amar a quienes lo aman?  ¿Y que merito tiene ustedes al hacer bien a quienes les hacen el bien?  aun los pecadores actúan así. Cuando somos lastimados creemos que tenemos el derecho a responder de la misma manera, vengarnos a contestar más agresivamente. Esa es la manera fácil  de actuar y en ciertos casos, hasta parece justo. Pero amar a quienes nos aman no es lo difícil, sino amar a quienes no se lo merece  como nuestro Dios nos ha amado a nosotros.

Cuando Hablamos del perdón pensamos en aquellos que tiene mucho que perdonar, abusos, maltratos,abandono, traiciones.....  pero el ejercicio del perdón diario de cosas grandes  y pequeñas salva nuestra salud mental, física y espiritual.  El que no perdona vive lleno de rencor y amargura, malos recuerdos y dolor.    La falta de perdón es como veneno ingerido en pequeñas cantidades, no se digiere, arruina nuestros órganos y nos mata lentamente

miércoles, 5 de enero de 2011

Sin casa y con Hambre

Una pequeña historia que nos dirije a reflexionar sobre que es realmente el amor y cual debería ser nuestro rol hacia quienes nos rodean. 

“Sin casa y con hambre.” Escritas sobre cartón con un lápiz de cera, las palabras le llaman la atención aun antes de detenerse ante el semáforo en un cruce de calles de mucho tránsito. Y no puede dejar de ver al hombre a la orilla de la calle junto a su ventanilla, pareciendo apuntar su cartel y fijar su mirada directamente en usted. Su vieja y gastada camisa le queda chica. Los pantalones harapientos están sucios. Su cabello grasoso se ve descuidado, y su rostro curtido tiene una barba de varios días. Sus ojos, que trata usted de esquivar, parecen vacíos por tantas privaciones y dejadez. Sí, realmente parece un hombre sin casa y con hambre. 

Su mente instantáneamente se llena de la acostumbrada letanía de reacciones, como si una comisión de consejeros interiores, todos al mismo tiempo, le estuvieran gritando sugerencias. Y con cada pensamiento surge una protesta del otro lado de su cerebro diciéndole por qué no debe hacer caso de la sugerencia. 

Haz una obra de amor. Dale al pobre hombre esos pesos que tienes en tu billetera. No, no le des dinero. Lo que probablemente haría sería irse derecho a comprar una bebida alcohólica. Es un pordiosero borracho tratando de engañar a la gente con su parodia de hombre sin casa y con hambre. Tu dinero será de más ayuda si se lo das al Ejército de Salvación u otra organización así que cuida de los necesitados. 

Ofrécete a llevarlo a comer o al mercado para comprarle comida. Eso es demasiado peligroso. Puede ser que esté esperando justamente a un inocentón como tú para robarlo. Además, hoy estás muy ocupado, no tienes tiempo para obras de caridad. Aparte de eso, te ensuciaría la tapicería de tu auto con su ropa sucia. 

Dale un tratado y cuéntale de Cristo. ¿Estás loco? Lo que menos está pensando este tipo es en religión. Si realmente no tiene casa y tiene hambre, necesita algo para comer y en ese aspecto no puedes ayudarle. Si está mendigando dinero para comprar una bebida o drogas, no debes ayudarle. Sea como fuere, no está interesado en un sermón callejero sobre el cielo y el infierno. 

Lo humanitario sería confrontarlo con su pereza. Decirle que se consiga un trabajo y se encargue de su propio sustento. Pero quizá no es perezoso. Quizá es un buen obrero que no encuentra trabajo. Si lo confrontas injustamente, puede que empeores una situación que ya de por sí es mala, ¿y qué tendría de humanitario esto? 

Después de unos segundos —que a usted le parecieron media hora— la luz se pone verde y sigue su camino. Antes de haber andado dos cuadras, sus pensamientos se concentran en su ocupadísimo horario como si nunca hubiera visto el triste espectáculo del pobre hombre con su cartel. 

Queremos llevarnos bien 

Quizá la escena anterior no describe exactamente tu experiencia personal, pero es posible que te identifiques con algunos de los elementos en una de ellas o todas. 

Aun cuando todo marcha sobre ruedas, la vida parece ser una serie sin fin de situaciones desafiantes, presiones personales, pequeñas crisis y decisiones difíciles. Y todas estas disyuntivas involucran de alguna manera a otras personas. La realidad es que las relaciones son el motivo principal de muchas de nuestras tensiones y conflictos.

Una clave vital del manual 

Menos mal que Dios no nos diseñó para un ministerio persona-a-persona dejándonos luego sin ninguna indicación de cómo realizarlo. En su Palabra —el “manual del fabricante” sobre cómo hemos de llevar a cabo en el mundo el propósito para el cual fuimos creados— Dios ha provisto la llave maestra para relacionarnos con él y llevarnos bien con gente de todo tipo. 

La clave es el amor, y Dios escribió el libro sobre el amor. Literalmente. De tapa a tapa, la Biblia demuestra el amor de Dios por su creación humana; nos invita a tener la experiencia del amor de Dios personalmente por medio de su Hijo Amado, Jesús; nos ordena practicar el amor en todos los niveles de nuestras relaciones —humanas y divina— y nos da instrucciones y ejemplos para la práctica cotidiana del amor ético cristiano en nuestras relaciones. 

Amar es colaborar con el diseño singular de Dios para su creación humana y palpar la plenitud que resulta de vivir en los caminos de Dios. 

No amar es no cumplir el propósito de nuestra existencia y sentir mayormente frustración y dolor en nuestros contactos con nuestros semejantes.
Josh McDowell



viernes, 17 de diciembre de 2010

La gente que ríe, vive mas

Debemos disfrutar la vida mientras trabajamos y cumplimos las cosas que pensamos que se espera que hagamos. Proverbios 17:22 nos enseña que esa felicidad en nuestros corazones es como una buena medicina.

Como mi niñez me fue robada mediante el abuso, nunca aprendí a ser como una niña. Nunca aprendí a “aflojarme” y “vivir un poco”. Era tan seria, que pensaba que no tenía nada que hacer con cosas que consideraba “frívolas”. Siempre estaba tensa respecto a todo, y raramente reía, porque estaba demasiado ocupada trabajando y tomándome la vida seriamente. Por otro lado, mi esposo, Dave, es del tipo que disfruta la vida sin preocuparse por lo que pasa alrededor. Aunque yo nunca pude tener la habilidad de ser como él, porque nuestras personalidades son diferentes, he aprendido que puedo ser mucho más feliz y más alegre de lo que entonces era. 

Como ministro del evangelio, tengo una gran responsabilidad. Debo trabajar duramente en lo que he sido llamada a hacer, y me encanta hacerlo. Realmente, disfruto de mi trabajo. Pero si no tengo cuidado, puedo caer en el estrés y en el agotamiento. Por eso, debo hacer un esfuerzo para aplicar a mi vida versículos tales como Proverbios 17:22 y desarrollar un corazón alegre y una actitud jovial.

Usted y yo necesitamos equilibrar diversión y responsabilidad. Si no estamos equilibrados emocionalmente, toda nuestra vida se verá afectada. Creo realmente que si no aprendemos a reír más, vamos a tener serios problemas porque, como enseña la Biblia, un corazón feliz es como una medicina. En los últimos años, se han escrito muchos artículos que dicen que la ciencia médica ahora confirma que la risa puede ser un medio de dar sanidad al cuerpo. La risa es como un trote interior: ejercita nuestro ser interior, haciéndolo saludable.

Es necesario que pongamos más humor en nuestra vida de cada día. Debemos, reírnos de nosotros mismos, no tomarnos tan en serio. Todos necesitamos reírnos más, y algunas veces será necesario que lo hagamos a propósito. Recuerde, ¡un corazón feliz es una buena medicina!

Autor:
Joyce Meyer.



¿Cómo puedo Arreglar todo con Dios?

  🔹 Introducción En la vida, a menudo enfrentamos momentos en los que sentimos que nos hemos alejado de Dios. Tal vez hemos tomado decisio...