viernes, 14 de abril de 2017

Fuiste perdonado, ahora haslo tu


Mas bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en  Cristo  Efesios 4:32

Debemos saber perdonar  para tener un corazón lleno de paz,  necesitamos tanto el perdón para nuestras almas como alimento para nuestro cuerpo.

Como humanos somos sensibles a las ofensas ya sea en acción, omisión o palabras, nos sentimos tan afectados que lo creemos imperdonable. Pero por qué no pensamos en aquellas cosas con las que agraviamos a Dios.  Lo deshonramos tanto que eso nos impide gozar de su amor.

Nuestra culpa  nos hacer fortalecer debilidades como el orgullo la soberbia y aun cuando  procuramos rechazarla nos pesa y es la fuente de muchos sufrimientos e incluso enfermedades.

Lo que la Biblia nos dice es que Jesucristo pagó las deudas por nuestras ofensas.
Sin embargo  cuando fallamos el perdón de Dios es evidente,  nosotros también debemos perdonar a quienes nos han ofendido.  Pero ¿como responder a una ofensa?  No podemos negar el hecho, ni aun reconciliarnos teniendo en poco el asunto sin tratarlo a fondo, es decir perdonar solo en palabras o ignorarlo.  ¿Que hacer?   con humildad y dispuesto a reconocer nuestras propias faltas, aunque acercarnos a quienes nos ofendieron no es una tarea fácil, Dios te dará el valor para perdonar y eso permitirá no  solo tu curación y liberación sino también la de la otra persona.

Dar el perdón es imitar a Jesús  y sobre todo recordar que nosotros fuimos perdonados Pedro 2:21-23

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