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miércoles, 16 de marzo de 2011

El orden trae paz


“En todo caso. cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su marido.  Hijos, Obedezcan en el Señor a sus padres. porque esto es justo Honra a tu Padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa - para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra.Y ustedes,  padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. ”
Efesios 5:33, 6:1-4
Muchas familias hoy en día no tienen paz los unos con los otros.
El esposo y la esposa se hablan a los gritos y gritan también a sus hijos. Sus hijos toman actitudes rebeldes y causan más disgustos al círculo familiar. Este tipo de casas es un completo caos, nadie quiere vivir en ellas y llega un punto donde los que conviven simplemente se soportan.
Dios, en su divina sabiduría, estableció un orden para todas las cosas y este orden trae paz y facilita las relaciones interpersonales. Este orden se establece cuando cada miembro cumple las funciones por Él establecidas. El esposo debe someterse a Dios y amar a su esposa como a sí mismo. La esposa debe sujetarse al esposo, honrarlo y respetarlo. Los hijos deben obedecer a sus padres y los padres no abusar de su autoridad con sus hijos. Todo este orden está basado en el amor y en cumplir con la función otorgada. Cuando este orden se altera vemos a padres comportándose como niños, a niños asumiendo el rol de sus padres, a esposas asumiendo el rol de sus maridos y viceversa.
Por más modernos que sean los tiempos, ninguna familia funciona en perfecta armonía y amor cuando no está en el orden de Dios.
Si en su familia todos los roles están invertidos, no se entristezca pero tome la decisión de establecer el orden de Dios. Comience sujetándose y buscando a Dios y luego si es hombre, sepa que Dios lo ha establecido como cabeza de su hogar. Ese es su rol y no se sentirá bien hasta que lo desempeñe. Ser cabeza no es ser tirano, pero sí mantener el empuje de su hogar. Si usted es mujer honre a su marido, usted es su ayuda idónea Y solamente juntos llegarán a cumplir el propósito de Dios. Si usted es hijo/a, honre a sus padres y no desestime sus indicaciones.
Hacer todo esto puede costarle pero en definitiva, si está buscando de Dios esto le llevará a tener grande galardón.

lunes, 13 de diciembre de 2010

La familia, un diseño de Dios

“Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los Bendijo con estas palabras: Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla;  dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.”
Génesis 1:27-28
La familia es el diseño de Dios para el hombre. Desde el principio de la creación Dios estableció al hombre sobre la tierra, formó a su mujer y les dio la orden de reproducirse. En familia sojuzgarían, en familia gobernarían, en familia progresarían.
La familia es una bendición de Dios. Para muchos es un castigo por como viven diariamente, pero es una bendición. El diablo sabe que cuando el hombre vive en armonía con su familia y se une en los propósitos de Dios, él queda afuera y sin poder, por eso intenta dividir y traer contienda dentro del núcleo familiar para que esa familia no sea un canal de bendición.
Discierna en su espíritu estos ataques y no permita que entren en su seno familiar. (Génesis 4:5-8) Si discusiones, enojos quieren tomar lugar, opere en el perdón y el amor sobrenatural de Dios. Tenga usted o no la razón, no permita que la situación se desborde.
Tome autoridad en el nombre de Jesús y eche fuera todo espíritu de división y actúe en amor. No se canse de hacer el bien porque a su tiempo cosechará si no desmaya. ¡Su hogar será como el cielo en la tierra!
Propóngase cada día darle algo especial a su familia. Valorice a cada miembro, preste atención a sus necesidades. Ore por ellos y cuando hable de su familia, hable bien. Es suya, es parte de usted, es el huerto que Dios le ha dado para labrar.
Si quiere ver cambios en su ambiente familiar debe empezar por usted mismo. No puede demandar algo que usted no ha sembrado. Siembre semillas de amor, de tiempo, de palabras de aliento, de estima sobre su familia y verá los frutos. No lo dude, su hogar reflejará la gloria de Dios.
Dios los bendiga y hasta la próxima 
Juan Guillermo Ruiz 
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¿Cómo puedo Arreglar todo con Dios?

  🔹 Introducción En la vida, a menudo enfrentamos momentos en los que sentimos que nos hemos alejado de Dios. Tal vez hemos tomado decisio...